La lección del pelotón

Sólo 5 km de la cima, 42 km rodados, en el pelotón los corazones palpitan a un mismo ritmo, hemos logrado igualar la cadencia, la respiración parece una sola, los cuerpos se han sincronizado.

Las miradas de reojo comienzan a cruzarse, la búsqueda inicia, sin decir una sola palabra todos claman un líder para la escalada final, casi por instinto acordamos que ha llegado la hora del más joven, llegó el momento de reconocer su lucha y empeño. La juventud toma la delantera, mantiene el ritmo, se empeña en su camino, recibe el testigo, ataja el viento, guía al grupo, disfruta su rol de líder. 

Sin controlarlo su corazón se acelera, la adrenalina se adueña de sus piernas, aumenta el ritmo, el viejo de la cola cambia su cara, está molesto, sabe que no es el momento. Comienza a notar el efecto de su decisión, sus piernas pesan, no quiere defraudar a su camada, pedalea, ajusta una marcha, frío chasquido de la cadena, sonido cruel que le delata, le recuerda que el cansancio se está adueñando de su cuerpo.

Quedan 2 km, cada vez se hace más difícil mantener la cadencia, la respiración aumenta, las palpitaciones hace rato dejaron su sincronía, intenta hablar con su cuerpo, aumenta la respiración, escucha su corazón, pero es imposible. 

El pelotón es implacable, el segundo al mano sabe que debe adueñarse del testigo, sabe que debe arrojar esa mirada implacable, fría, calculada; los demás lo imitan, alguno muestra una disimulada sonrisa. 

Sólo 1 km, el ascenso es cruelmente fuerte, la cima recuerda su nombre, lamenta su cambio de ritmo, su precipitación, mientras observa como el grupo se aleja en la siguiente curva, entiende que debe reflexionar en la soledad del ascenso.

Llega a la meta, lo reciben con gestos de apoyo, ninguno habla de lo sucedido, todos saben lo que ocurrió, la lección estaba dada.

Bicicleta=+Salud, +Libertad, +Ahorro, -Contaminación.