¿Por qué: bici y Montaña?

La mayoría de las personas necesitamos un espacio donde no entren las preocupaciones ni los problemas de la cotidianidad, uno de los favoritos está en la práctica de algún deporte.

Hacer ejercicio es más que mejorar la forma física y el estado de salud, también se trata de tener mejor bienestar y calidad de vida.

Los deportes de equipo son excelentes porque nos mantienen en relación con otras personas, en una batalla simbólica que queremos ganar, como equipo, unidos en una misma lucha; pero a veces es difícil logran un grupo que sea constante y que coincida en tiempo y espacio.

Esta desventaja puede ser compensada por los deportes individuales, no necesitamos tanta logística ni convocatoria, es más fácil ponerse de acuerdo con uno mismo (o al menos debería serlo, aunque muchas veces resulta más complicado aún). Hay muchos deportes individuales, entre los más populares: correr, patinar, montar bicicleta. Recuerdo cuando era adolescente ir a la plaza de mi querida Michelena a patinar, pero esa fiebre duró sólo un diciembre.
En los últimos años comencé a correr, estuve varios meses analizando mi progreso, corriendo por diferentes lugares, en diferentes horas, pero: las preocupaciones y los problemas me acompañaban, al menos en mi caso era muy fácil pensar en las mismas cosas que pensaba en el día a día.

Entonces llegó nuevamente la bicicleta (de niño había tenido pero la pasión duraba sólo unos días), con esta máquina comencé a explorar la montaña, a descifrar mapas y caminos, a ver la ciudad desde lo alto, a rodar entre piedras y barrancos, me dí cuenta que las preocupaciones y los problemas no me acompañaban en esos momentos, la explicación puede ser muy simple: o me concentro en manejar o me caigo, supervivencia pura y dura.

Esa concentración y el pensar en otras cosas se facilita en los entornos naturales, no sólo por las fuertes bajadas, barrancos y despeñaderos que pueden sorprendernos, también por el tono de paz que tiene la naturaleza, que nos recuerda que somos un miembro más, nada especiales, igualmente débiles, que debemos convivir con los demás miembros, que debemos integrarnos y respetarla para poder sobrevivir.
Además descubrí otras cosas, que también se pueden hacer muchos amigos, se puede formar un equipo, aunque la mayoría de las veces salimos solos o estamos en diferentes lugares del mundo, sabemos que en otro lugar está un amigo pedaleando y disfrutando de su entorno.

También se dan esos momentos en los que nos reunimos y pedaleamos juntos, compartiendo experiencias, historias, quejas, caídas, excusas, lluvia; dando un grito de alerta para que el otro no cometa el mismo error que acabamos de cometer nosotros, ayudándonos a levantarnos cuando hemos perdido el equilibrio, animándonos cuando las piernas no pueden más, proponiendo nuevos retos.

En equipo, pero cada uno en su bicicleta, cada uno concentrado en su camino.
También he aprendido que en este mundo se pueden hacer grandes equipos, hombres y mujeres, de diferentes edades, con diferentes bicicletas, diferentes niveles deportivos, pero con una  misma pasión: la práctica deportiva del Ciclismo, donde también se libran batallas, se compite, se lucha no por ser el mejor sino por ser cada día mejor. Un equipo que nos da ese ejemplo:

Parte del equipo de Ciclismo de Michelena Corazón del Táchira.

Bicicleta=+Salud, +Libertad, +Ahorro, -Contaminación. @entubici Facebook: Entubici