Por Adriana Pastó desde Barcelona (2 meses de regreso con la bici)
Cuando era
pequeña solía andar en bici en el parque cercano a mi casa o cuando iba a la playa. Sin embargo, a medida que fui creciendo andar
en bici dejó de ser una de mis prioridades. Es ahora, a mis 24 años cuando
volví a pensar que andar en bici podría ser una buena idea, por esta razón me
compré una bici montañera. Ahora les cuento un poco mi experiencia y la mezcla de sentimientos que he experimentado.
Mis
“nuevos” primeros días en bici han sido una mezcla entre angustia, torpeza,
muuuucho cansancio, emoción, asombro y una divina sensación de libertad.
Angustia,
porque aunque ya había manejado bici antes me sentía en un terreno desconocido,
y mi mayor preocupación era estar cómoda y no salir toda adolorida de la
aventura, por lo que estuve muy alerta de si me dolía la espalda, las rodillas,
las muñecas, las manos, el coxis. En fin, con decirles que le puse un forro a
la silla de estos que son súper acolchados, además del culote de la lycra por
supuesto. La verdad daba risa verme.
Torpeza,
porque ni loca lograba meterme entre dos obstáculos o subir un escalón con la
bici, prefería bajarme de la bici y caminar ese pedacito para no caerme o
tropezarme con nada y, aún así, estuve a punto de caerme varias veces.
Ufff
cansancio, eso fue lo peor, y Andrés y Juan me motivaban, o por lo menos lo
intentaban jajajaja. ¡Gracias muchachos! Me desmotivaba sentirme cansada, que
me dolieran los músculos y se me acelerara el corazón a millón.
De esta
manera, me comencé a cuestionar ¿qué hace que un ciclista esté cada vez más
motivado a salir? La respuesta es sencilla: son tantas
cosas. Es la sensación de libertad, los paisajes, la naturaleza, la posibilidad
de retarse a sí mismo y lograr la meta propuesta, es el poder olvidarse de sus
problemas, es la adrenalina experimentada, es recordar la infancia, es el poder
sudar y llegar a lugares increíbles en poco tiempo, es el sentir que su cuerpo
está sano y, sin lugar a dudas, es la serotonina liberada (que produce niveles
de relajación envidiables).
Cada vez
que me vuelvo a subir en la bici me doy cuenta de que realmente la práctica
funciona, no es un mito jajaja, me siento más ágil y segura de mis movimientos,
con decirles que hasta me lancé por unas escaleras.
En fin, por estas razones y
muchas otras me he dado cuenta que comprar una bici ha sido la mejor inversión
que he hecho en años, y a ustedes quiero decirles: ¡Vamossssss, nunca es tarde
para volver a manejar bici!
Mente y
cuerpo te lo agradecerán.
Bicicleta=+Salud, +Libertad, +Ahorro, -Contaminación.
@entubici Facebook: Entubici
Adriana gracias por compartir con nosotros tu experiencia de vuelta a la bici... Excelente, continúa descubriendo camino, eres un ejemplo de que se puede volver a este mágico deporte!
ResponderEliminarbellas fotos y chica y mola que las mujeres vayan en bicikleta
ResponderEliminarjaja así es...!
Eliminar